Alejandro Fuentes Gil
Published by Adriana Cantoral,
La escultura es un
arte que, quitando
lo superfluo de la materia sometida,
le otorga la forma
que ha concebido
el artista.
Giorgo Vasari
El arte de Alejandro F. Gil está íntimamente ligado a lo
espiritual, a la búsqueda de la belleza y al principio estético de la escultura.
Sus piezas, siempre sinuosas y sensuales, retratan a los animales y a la mujer
desde el más depurado sentido del gusto. Si bien, al autor le preocupa el
realismo de sus personajes, a la vez que el cuidado de sus movimientos y la
perpetuación de su dinamismo. Con una magistral sensibilidad taxonómica, el
escultor describe el ímpetu del vuelo emplumado, la mirada sobrecogedora del
ave majestuosa, la velocidad del ataque de la fiera, la agilidad de la
musculatura animal, la ritualidad femenina prehispánica, las posturas eróticas
de las mujeres, en definitiva, la plenitud de la hermosura y elegancia de los
seres. Cabe destacar que el artista detalla las pátinas y los acabados de sus
obras con el fin de dramatizar o resaltar aspectos específicos como la textura
y el color. Por otro lado, el peso y el volumen escultóricos son delicados en
todo su trabajo, más bien ligeros. Sin duda, estamos ante un creador que se
formó en la tradición italiana, la cual sostiene como eje fundamental que la escultura
se hace extrayendo materia y quitando la masa que sobra del material informe.
Asimismo, el modelado juega un papel determinante en la producción artística,
no se diga la fundición. Sobre esta última Alejandro F. Gil ha experimentado un
sinfín de técnicas y procedimientos que le brindan a sus esculturas un sello
único dentro del arte contemporáneo mexicano.
Adriana Cantoral





