Alejandro Fuentes Quezada. La transversalidad de la escultura.
Published by Adriana Cantoral,
Las esculturas de Alejandro Fuentes Quezada representan tanto fenómenos naturales como procesos biológicos. El artista reinterpreta, por medio
de modelos matemáticos y de fractales, la estructura de una gota de agua, la
composición de una hoja de planta, la formación de un microorganismo, la trayectoria de los rayos de sol, la geografía de la tierra, la velocidad de los vientos, etcétera. Cabe destacar que en su trabajo permea una luz
intrusiva y oblicua que resalta las siluetas orgánicas de sus piezas, así como
sus líneas transversales que cruzan la obra de extremo a extremo brindándonos una
percepción del espesor, más allá de los dos tradicionales planos; el de lo
largo y lo alto. Sus obras juegan con los volúmenes y las formas de un modo
geométrico, sencillo y estético para el observador.
Las figuras ovaladas y circulares contrastadas con los
trazos rectangulares y romboidales son un ejercicio constante para Alejandro.
Sus creaciones aluden tanto a seres vivos como a seres no vivientes desde una mirada abstracta, pero anatómica. Su fascinación por las
intersecciones y su destreza por la animación digital (basada en geometría
aplicada) lo llevan a producir un dinamismo preciso y aritmético. Llama la
atención que para interrumpir tanta perfección estructural detiene el trazado
perpendicular, de manera abrupta, acentuando un espacio que da la impresión de que ese tejido se
propaga al infinito. Por otro lado, el hecho de irrumpir los entrelazamientos nos habla de una
intención para contemplar el interior vacío de la escultura.
Por lo tanto, la vacuidad es determinante para Alejandro, ya que ésta otorga cierto dramatismo y misterio en sus composiciones. Aunque si bien, espacio y materia conviven equitativamente en sus
piezas. Las texturas diagonales, las diferentes profundidades y lo fragmentario
de sus obras dan pie a la imaginación que recrea los huecos del bronce y del
acero. Sin duda, el autor es un admirador del Op art y seguidor de Jesús Rafael
Soto, Julio Le Parc, entre otros. También ha estudiado las propuestas de Constantin
Brancusi, Jean Arp, Barbara Hepworth y varios de la abstracción biomórfica. Actualmente,
se considera inspirado por Xavier Veilhan, Anish Kapoor, Richard Serra, Antony
Gormley, Ross Lovegrove, Bernar Venet, Yvonne Domenge y su hermana escultora
Avelina Fuentes Quezada.
En definitiva, la transversalidad de sus
cortes nos remite a un vitalismo que permanece en sus esculturas. La multiplicidad
de ángulos y vértices originan contornos rítmicos como si tuvieran movimiento
propio. Sus entramados y tejidos manifiestan la reducción tridimensional de la realidad
que en estado puro se encuentra en una semilla, un astro, las plumas de un
ave, la armonía de un rostro humano o animal, las distintas partes del cuerpo
de una persona, sus órganos vitales…¿y por qué no? en una sonrisa, un
pensamiento, una mirada, una emoción o un sentimiento. Alejandro nos abre,
ampliamente, nuevas perspectivas y puntos de vista sobre la complejidad del mundo
real.
Adriana Cantoral





