Ana Paola González y los diálogos con el color


“El color engendra color, especialmente si se trata de un complementario…" bajo esta premisa se guía la pintora Ana Paola, quien tiene la habilidad de transitar de un tono a un matiz. Según Platón, la pintura es una técnica mimética (de lo natural) con carácter espacial, más que temporal. De tal modo, la artista imprime la fuerza visual necesaria para que cada una de sus obras pueda ser llamada “pintura".
Ana Paola tiene formación en Diseño, por lo que la teoría del color que maneja es precisa y medida. Sin embargo, logra zafarse de lo meramente gráfico para adentrarse en el oficio del pincel. El tiempo artístico de sus cuadros se arraiga al espacio, a la tela e involucra los momentos de creación y de experimentación pictórica, así como a los ensayos con el color. En consecuencia, la figura y la forma no son estáticas en sus temas, ya que la mirada puede perseguir los azules, amarillos y rojos.
La dialéctica de Ana Paola con el colorido consiste en trabajarlo arduamente hasta obtener luminosidad y oscuridad. Ella representa una parte importante de sus miedos, angustias, frustraciones, pero también de ilusiones, alegrías, anhelos y dichas para después diluirlos en la paleta y componer un todo. Sus escenas abstraen la riqueza sensorial de la naturaleza, hay posibilidades cromáticas en sus lienzos. Éstos describen los motivos sensibles de la realidad.
Los contornos no tienen protagonismo en sus producciones porque dentro de la imaginación de la creadora éstos existen a detalle. Su quehacer artístico le permite reducirlos a lo esencial de su ser. Por ello, se aprecian siluetas conceptuales repletas de color. Ciertamente, el camino del abstraccionismo implica un esfuerzo para abreviar las ideas y plasmarlas con esplendor rítmico de trazos. Los pensamientos de Ana narran una trama de pinceladas a lo largo del vacío.
Paisajes son los seres que conforman las propuestas de Ana. Paisajes reales o imaginarios, al igual que paisajes emocionales y racionales. Sus escenarios son cuales inserciones de distintos elementos naturales y artificiales armonizados. En su fantasía se expresan con fuerza los pigmentos que más tarde saldrán a relucir. Aunque no haya un boceto previo, existe la intención de lo pintado.
Ana dice tanto con su impronta… el silencio de su pintar húmedo se traduce en el discurso de los acrílicos secos. El lenguaje del arte se lee de pieza en pieza y de trazado en trazado. Sobran las explicaciones para lo dicho con el color. Comprender su pintura es saber descifrar las líneas coloreadas en mayor o menor medida además de penetrar en las combinaciones y superposiciones de colores. Descubrir los límites de la luz y la oscuridad.
http://anapaola-artista.com
Adriana CantoralMarina

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