Angélica Morán
Published by Adriana Cantoral,
La señal vial por encima de un fondo abstracto es una de las temáticas que aborda Angélica Morán en sus obras. Un signo urbano, tal como un semáforo, un taxi o una vuelta en el camino señalan, literalmente, un significado evidente, común y obvio que contrasta con la no figuración que los rodea. La artista combina la simpleza de lo universal con lo no reconocible detrás. Eso nos habla de la necesaria búsqueda de símbolos de masas en medio de la incertidumbre de las grandes urbes. El ambiente vial y citadino, en base a colores complementarios, se interpreta desde un punto de vista artístico sin perder, claro, su cometido; la señalización, a veces clara, otras, confusa. Asimismo, escenas de edificios lejanos adquieren, en sus lienzos, valores estéticos y geométricos. Se tratan de ciudades remotas llenas de señaléticas por descubrir, al igual que pobladas de líneas, figuras y abstracciones armónicas.
Otra faceta de su abstraccionismo es el objeto o la composición no figurativos dentro de planos lisos de color, por ejemplo, sus laberintos, sus encuentros, sus representaciones de la divinidad o las manifestaciones de la vida que suelen consistir en el ordenamiento de trapecios, cuadrados y rectángulos, en ocasiones con elementos humanos, que describen una trayectoria o un panorama visual específico. Generalmente están plasmados en una sola dimensión poniendo de relieve lo llano de sus tonalidades, aproximándose así a la ilustración o a un carácter didáctico. Por eso, su arte es entendible, sin complicaciones Por otro lado, sus cuerpos celestes, si bien parten de lo esférico y circular, poseen detalles de planetas como texturas, cráteres, perspectivas de sus superficies y otras formas intergalácticas. Éstos son pintados como si fueran vistos desde cerca, sin embargo su inabarcable magnitud también es expresada en la tela.
Cabe destacar que el trabajo abstracto de la pintora incluye un lirismo con inspiración en lo marino y en lo acuático. Coloridas abstracciones que vienen y van nos recuerdan a las formaciones orgánicas del océano. Blancos, azules, rosas, verdes, amarillos y cafés fluyen libremente agrupándose en figuras similares para después separarse tal cual un líquido natural que sigue diferentes cauces. Hay ciertos patrones en sus piezas que nos marcan una misma marea. Con todo, la autora ha transitado por diversos estilos y temas hasta llegar a identificarse plenamente con el abstraccionismo geométrico, el cual se distingue en su pintura por lo cíclico, por retratar el orden estático de la realidad, a la vez que describir el dinamismo inevitable que lo altera.
Adriana Cantoral




