Anna López Anaya
Published by Adriana Cantoral,
Pintar por encima de una placa de acrílico transparente le permite a Anna López entrar y salir de la pintura a su libre albedrío, traspasarla y apreciar tanto el anverso como el reverso. Sus cuadros nos abren la posibilidad de encontrar la otra cara de la obra en el lado opuesto. Esa es la intención de la artista, sensibilizarnos respecto de que cualquier realidad tendrá al menos dos perspectivas distintas, por muy parecidas que las percibamos a simple vista, y nuestra misión es la de discernir las diferencias e identificar las similitudes. Si bien, por más suaves y al ras que sean las pinceladas, jamás se verán idénticas ni por adelante ni por detrás. Por ello, sus piezas nos ofrecen una doble estética, sutil e insinuada.
En cuanto a las temáticas de sus creaciones, la autora se inspira justamente en los pensamientos que tienen las personas cuando se trasladan de un lugar a otro, cuando transitan por el espacio y cuando recorren el tiempo. Esas imágenes mentales, que en varias ocasiones se dan en un contexto urbano, aluden a una percepción de melancolía, de añoranza y de nostalgia. En sus composiciones, la pintora descontextualiza las figuras humanas del fondo, en general a las mujeres, para brindarles un mayor dramatismo. Por medio del óleo, el acrílico, diversas resinas, procesos poco usuales y reacciones de dos o más materiales, consigue plasmar coloridos novedosos y tonalidades variadas que adornan la sustancia psicológica de sus personajes.
Su estilo es variopinto, tiene algo de realista, de dibujo puro, de figurativo y de ilustrativo. Su paleta es alegre y vivaz combinada con vacíos de color que se sustituyen con lo diáfano del soporte. El efecto es muy original, puesto que se asemeja a la pintura en vitral, pero con un acabado distintivo y un brillo peculiar. Debido al juego de técnicas que emplea, el dinamismo de sus obras se acerca al collage en donde todos los elementos se presentan y suceden simultáneamente. Asimismo, la luminosidad que alcanza a filtrarse por el traslúcido acrílico le otorga a sus cuadros un impacto visual y estético sin igual; fluctuante y en función de la cantidad y cualidad de la luz, es decir, si es abundante o no, si es directa o indirecta, si es reflejante o no, si es natural o artificial, etcétera.
En definitiva el trabajo de Anna López, en sus polifacéticas representaciones, está hecho para hacernos reflexionar, para mirarlo al derecho y al revés y para penetrarlo por sus capas prístinas y de pintura. Su propuesta artística se basa en la mujer como una protagonista fuerte, llena de contrastes, así como el campo cromático que la envuelve y le da vida. Sus trazos son precisos, ya que detallan lo esencial de lo femenino y el resto de las líneas se remite a la imaginación. Sus féminas son trabajadoras y sinceras. Más allá de la superficie en la que están suspendidas albergan un sinfín de emociones y pensamientos sumamente profusos.
Adriana Cantoral




