Carmina Alcalá
Published by Adriana Cantoral,
Las mujeres de Carmina Alcalá poseen un dramatismo característico en su mirar. De esa forma, con un dejo de nostalgia sus rostros se acompañan tanto de elementos orgánicos como de trazos abstractos. Algunas de ellas, inclusive, parecen surgir del agua por lo diáfano y fresco de su piel. Asimismo, la belleza de sus facciones, al puro estilo clásico, es sumamente cautivadora. Sin duda, se tratan de seres fuertes con ojos profundos, de sobra femeninas, llenos de historias y memorias como los de los hermosos venados de su natal Sonora. Éstas nos observan y ladean la cabeza con templanza, conteniendo los gestos faciales, tal cual damas de Velázquez, monarcas renacentistas, madres naturaleza y elegantes arlequines.
Por otro lado, con la calidez única de sus tonalidades traza fondos abundantes en abstracciones y gestualidades dramáticas que contrasta con sus vivos corazones, los cuales emanan un sutil néctar carmín para las aves y mariposas. Éstos también se vuelven hermosas flores al descansar en las manos de las mujeres. Es innegable, entonces, que su realismo se conjuga con un surrealismo poético, casi mágico. De hecho, sus vírgenes de Guadalupe irradian una luz divina como si apareciera intuitivamente sobre la tela. No se digan los trazados naturales o los alegres torbellinos de flores que danzan en sus bodegones, vaporosos y coloridos vestidos girantes, situándonos en pequeños y acogedores ambientes.
En cuanto a su abstraccionismo, se distingue por su vistosa armonía, las luces, las sombras, las texturas, su contagioso ritmo, sus simbolismos sencillos, los tonos agradables, su viveza, las pinceladas puntuales y definidas, los desvanecimientos de pintura, las combinaciones de colores, los gestos finos, así como por la musicalidad romántica que intenta describir el interior de su alma. Aunado a ello, sus composiciones gozan de una estudiada paleta en donde destacan los verdes, los turquesas, los blancos y los dorados. En definitiva, sus obras están impregnadas de vida y, en especial, de su visión personal de la existencia.
Adriana Cantoral





