E. O. Bretón un artista en Nueva York
Published by Adriana Cantoral,
Es inevitable pensar en Nueva York y no recordar las estrofas de Alicia Keys “ Baby, I´m from New York, concrete jungle where dreams are made of (…) big lights will inspire you" aún más, no imaginar a la caótica y monstruosa ciudad como un referente obligado para el Arte contemporáneo con sus innumerables galerías y recintos culturales.
Desde hace más de tres años el pintor poblano Eugenio Ortíz Bretón, nacido en 1982, vive y trabaja en Brooklyn, Nueva York. En esa urbe donde tantos artistas se han inspirado para desarrollar ideas. Él afirma que no retrata los objetos de la realidad, más bien crea para describirse a sí mismo. En su formación destacan los maestros José Lazcarro en Puebla, Alejandro Santiago y Vladimir Cora en Oaxaca. Asimismo, ha pintado en conjunto con Jazzamoart y actualmente planea diversos proyectos con colegas neoyorkinos y mexicanos.
El arte de E.O. Bretón, nombre artístico, se distingue por buscar el equilibrio entre la técnica y el concepto por medio de una expresión del espíritu producida y percibida por los sentidos. El aislamiento, la multitud, el paisaje citadino y el retrato son temas comunes en sus cuadros. Sus obras fluctúan desde el dibujo libre a tinta, pasando por la densidad del óleo y llegando hasta la fragilidad de la acuarela.
En muchas ocasiones se retrata a él mismo como innominado. Sus contrastes resaltan los tonos carnales al igual que los azules y grises demostrando la ingeniosa composición. Su estilo es figurativo y goza de exagerar el color y la perspectiva. Sus trazos son espontáneos y revueltos, así como las líneas temblorosas e improvisadas. “Para mí la vida es una pintura con colores potentes en un sitio muy obscuro e iluminado con una fuerte luz."
Por su parte, las gesticulaciones son la manera de enfatizar las emociones y los sentimientos inefables a través del rostro. E.O. Bretón se apasiona con la búsqueda de distintos visajes y encuentra muy agradable el convertirlos en personajes con una vasta diversidad de estados de ánimo. Las historias de ellos son íntimas, puesto que reflejan lo que les sucede cuando están más desprotegidos y vulnerables.
Del mismo modo, esos protagonistas tienen sentires y transmiten energía para conectarse con el universo... padecen el dolor y se deleitan con el placer, no obstante, se resisten a permanecer en cualquiera de los dos, de ahí su poder facial. Hasta cierto punto son un alter ego de Eugenio y sus otros yo. “La mayoría de las veces son una pantomima de mí, la actuación natural me fascina y trato de practicarla lo más posible".
Actualmente el autor investiga y observa la soledad de la muchedumbre, ya que a diario se confronta con ella en las calles, plazas y parques. Ha dedicado algún tiempo a la elaboración de una serie que escenifica a las personas sin identidad en espacios abiertos. El hecho de que haya o no masas en un lugar súbitamente hacen reflexionar a Eugenio sobre las barreras humanas, el anonimato, la reducción de la individualidad y la movilidad, la sensación de pasar desapercibido entre todos y la incertidumbre de que realmente sean verdaderos los otros. En resumen, las dudas existenciales que surgen de estar en compañía del gentío.
Adriana Cantoral

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