El paisaje urbano de Elena Erreguerena es dinámico y en constante transformación. Si bien, los cambios fisonómicos de la ciudad son vertiginosos y por ello la pintora capta la rapidez de los movimientos citadinos, tanto de sus transeúntes como de sus elementos inertes. En sus obras el contexto de las metrópolis, enmarcadas entre grises y sepias…entre vehículos, asfalto, edificios, construcciones, zonas verdes, paseantes y luminosidades, se nos presenta tal cual un campo fértil para discursos variados e imaginarios efímeros. Para la artista, nada es predecible en la banqueta; ya sea una moda, un espacio callejero o un negocio pueden tomar un auge popular repentinamente y con la misma fuerza desaparecer, ser abandonados o cambiados por nuevos lugares. Asimismo, la arquitectura está abierta a cualquier tipo de morfología, a distintas estéticas urbanas y a diferentes interpretaciones. En sus cuadros se leen diversas ciudades, como si todas ocurrieran a la vez en el tiempo, difuminándose las unas con las otras y borrándose entre sí. En sus telas plasma el deseo de remembrar lo acontecido en las esquinas, las avenidas, los bulevares, las plazas, los parques, los puentes, etcétera. En cada sitio, como ella lo comenta, te puedes transportar a cualquier momento de tu vida, recordar múltiples vivencias y a recrear cualquier sueño de tu existencia. Su trabajo nos hace reflexionar a conciencia sobre la verdadera identidad, volátil al parecer, del territorio metropolitano representado en los lienzos.

http://www.elenaerreguerena.com/

Adriana Cantoral