Francisco Muñoz Tejeida
Published by Adriana Cantoral,
En el texto "Tamayo y los Contemporáneos. El discurso de lo clásico y lo universal", Érika Madrigal menciona que en 1928 cuando se le preguntó a Rufino Tamayo (que expuso junto a Mérida, Orozco, Ángel y otros) sobre cuál era su propuesta en la pintura éste respondió que determinar los valores reales de la plástica mexicana, es decir, abordar el problema del mexicanismo aún no resuelto. Con ello se refería a que hasta entonces los artistas se habían limitado a representar a lo mexicano desde el punto de vista folklórico, lo políticamente correcto, la exaltación de un nacionalismo, lo histórico y lo arqueológico, por lo tanto, era necesario buscar la esencia de lo mexicano fuera de las mencionadas categorías.
De tal suerte, Francisco Muñoz es un heredero de esa indagación, nunca acabada, de un mexicanismo genuino, de hace casi un siglo, de Tamayo, y demás artistas de su generación, de aquel México Moderno. Con todo, el pintor inquiere entre la Mesoamérica ancestral, el México del siglo XX y el del S. XXI. En sus obras podemos rastrear dejos de la cultura popular mexicana, formas y soluciones del arte prehispánico, (bajo su característico expresionismo abstracto) así como un lenguaje posmoderno que deja atrás el discurso modernista, innovador y reaccionario de Tamayo. Por ello, nuestro autor pretende continuar, libremente, con esa reformulación constante sobre el verdadero ser de lo mexicano.
Quizás, a Francisco Muñoz no le inquiete sobremanera el plasmar los conceptos de clásico, universal o actual en sus cuadros, como sí lo fue para Tamayo y sus contemporáneos, más bien, le interesa expresar el libre ensamblaje de formas, materia, colores, trazos, puntos y líneas. Asimismo, su arte no se cierra en exclusiva al desolador, frío y seco purismo plástico de varias piezas de Tamayo, el cual aspiraba a desposeer a la pintura de cualquier rasgo accidental para centrarse únicamente en lo sustancial. No, en el caso de nuestro creador este investiga más allá, se deslinda de una sola tradición para adherirse a diversas e incorpora en sus composiciones juegos de geometrías, resoluciones cromáticas genuinas y tonalidades afables, a la vez que solemnes.
Por último, la relevancia de lo lineal, ya sea recto, curvo, fragmentado o continuo, está presente en las telas de Francisco Muñoz. Sin embargo, sus lienzos también se inundan de texturas y relieves hechos a la par del acto pictórico mismo, no se nos muestran como fáciles accesorios añadidos, todo lo contrario, en sus creaciones es posible analizar, por largo tiempo, la cuidada y premeditada factura. Sin duda, estamos ante un arte complejo y estudiado, influido por paletas más contemporáneas con tonos vivos, frescos y alegres. En definitiva, a partir del abstraccionismo, se toma la licencia de penetrar tanto lo formal como lo informal de la pintura en sí, en otras palabras, es capaz de tocar lo virginal de ella al mismo tiempo que lo lúdico.
Adriana Cantoral




