Gustavo Venegas

El gusto por la fotografía le surgió a Gustavo Venegas cuando apenas contaba con 12 años de edad, siendo un niño, recuerda haber tenido una cámara cada vez que viajaba con amigos o familiares. Sin embargo, en ese entonces simplemente la utilizaba para guardar sus recuerdos. Años más tarde, a los 17, se hizo de una semi profesional para llevársela a Praga, República Checa y fue justo ahí donde su pasión comenzó a manifestarse. A raíz de esa experiencia de vivir en el extranjero, empezó a experimentar con las fotos sin que nada lo detuviera. Al cabo de algún tiempo definió su estilo como Landscape. Varias de sus obras más representativas han sido tomadas en bahías de California como San Diego y alrededores. Entre sus principales influencias destacan: Peter Lik, Benjamin Everett, Lars Van de Goor y Ben Thouard.
En cuanto a sus imágenes, él se considera un creador de las mismas, ya que por medio de éstas consigue expresar todo tipo de historias. Inclusive, su predilección por los paisajes proyectados, sin personas, a lo largo y ancho del espectro visible nos cuentan narrativas sobre el horizonte, lo efímero de la verticalidad, la permanencia de la tierra (y a veces del agua), así como el dinamismo de la naturaleza, con sus cambios drásticos y pausas, sus movimientos y sus distintas luminosidades. Por ello, sus panorámicas son más bien abstractas, puesto que nos hablan de la infinitud que se expande por la superficie terrestre y etérea y, que a su vez, nos invitan a reflexionar acerca del sentido de la profundidad.
No hay duda de que Gustavo permanece horas y horas esperando el momento especial para captar el escenario con su lente. Asimismo, enfoca y desenfoca las veces que sean necesarias para obtener la imagen correcta. Su propuesta fotográfica, por ende, consiste en centrarse en la captura precisa, aquella que inmortalice un ángulo diferente a los comunes y corrientes, es decir, buscar una perspectiva desde la cual no nada más perviva el presente, sino que también se sienta lo aventurado y arriesgado del click. De tal suerte, el fotógrafo aborda cualquier lugar o espacio alejándose de su zona de confort, por ejemplo, un atardecer en el mar que no será fotografiado con la típica posición o técnica, al contrario, lo será con una novedosa forma de convertirse en imagen.
En definitiva, hay tres palabras que caracterizan el trabajo artístico de Venegas: tiempo, luz y composición. El primero alude a la paciencia silenciosa detrás de las cámaras y a la práctica incansable hasta conseguir la toma deseada. La segunda es vital e indispensable en cualesquiera fotografías, aún más, es la materia misma a retratar y a lo que se reducen las fotos. La última, y fundamental, brinda una estética exclusiva y genuina. Por lo tanto, en las obras del artista podemos apreciar un complejo proceso analógico-digital, un atinado manejo y tratamiento lumínico y una cuidada disposición de los elementos retratados.
https://www.gustavovenegas.photography/
Adriana Cantoral