José Velázquez. Abstraccionismo poblano
Published by Adriana Cantoral,
La obra de José Velázquez es de carácter espacial, de
factura matérica y rica en texturas. Sus
atmósferas a veces son agrietadas y erosionadas, otras son planas y lisas. Los
espacios son dinámicos, puesto que poseen múltiples aconteceres de materiales. Algunos
de sus temas representan los ritmos acelerados urbanos, así como los constantes
cambios de la ciudad. Por lo tanto, sus “lienzos" que suelen ser maderas o
telas antiguas, se constituyen en base a composiciones heterogéneas. En ocasiones,
nuestro autor intensifica ciertos contrastes y vibraciones colorísticas, a la
vez que distorsiona las figuras de los objetos dejando de manifiesto las cualidades
experimentales, lúdicas y creativas de la superficie pictórica. No en vano,
considera a Antoni Tapies como uno de sus más grandes maestros de la pintura.
La obsesión por los relieves, al igual que los lugares
sobrios, sólidos y densos dentro de sus cuadros, determina una buena parte de
su producción artística. Además de pintor es restaurador, lo que le ha
permitido yuxtaponer diversos elementos en una sola pieza a modo de unidad
estética. Incluso, sus creaciones poseen irregularidades que nos parecen bellas,
tales como, planos rasposos, rugosos e inacabados que nos hablan de un
abstraccionismo puro, sediento de apropiarse de cualquier territorio espacial-material
y que es concebido durante noches en vela. De tal suerte, algunos de los
soportes que utiliza el artista son especies de muros, en mayor o menor medida
desgastados, que se apropian de efectos cromáticos, mientras que otros se
muestran de manera explícita o accidentada. Tal es el caso de su estudiada gama
de blancos, ocres y rojos.
Cabe destacar que José Velázquez nos muestra su fascinación por el aspecto
de la roca (o material) virgen intervenida, pero sin llegar a alterar su
esencia. Es decir, nos hace evidente que el material pasó por un proceso artístico
y, no obstante, conserva su naturaleza objetual. Esta dualidad o sinergia de
componentes conforman un universo abstracto genuino cuyos únicos referentes son
los materiales en sí mismos. Por ello, su
paleta más auténtica es la que emula el mundo mineral, con sus grises y sepias,
que nos relata la aparente neutralidad óptica, pero que, sin duda, a través de
pinceladas y brochazos el resultado es una abstracción metafísica.
En definitiva, la dureza visual de la obra de José
Velázquez radica en su gusto por los materiales inalterados, por ejemplo, una
pared o una barda expuesta…o una puerta sin pintar, y que, después de una
depuración formal - material y con ayuda de su imaginación e ingenio expresa aquello
que lo convierte en Arte. Su trabajo tiene aproximaciones con la escultura
bidimensional, puesto que representa un antes y un después de la materia.
Adriana Cantoral




