Laura de la Torre
Published by Adriana Cantoral,
La figura humana de Laura de la Torre comprende desde manos libres hasta elegantes desnudos. En sus telas podemos admirar el contorneo de unos femeninos pechos expuestos con sus luces y sombras, las expresiones del amor maternal con ternura y apapacho, la sensualidad de la mujer al natural en diversas posturas, el encorvamiento del cuerpo como un acto reflexivo, así como la unión carnal y espiritual de la pareja. Ese erotismo se nos muestra desde la mirada del deseo, del disfrute, la pasión, el abrazo, pero en especial, del amor y la entrega. Por eso en sus lienzos se representa la proximidad de los seres hacia el corazón del otro. Estos escuchan los latidos con atención y detenimiento como si salieran de su propia alma.
Sus personajes se sitúan entre el retrato y la caricatura, ya que algunos aparecen con las extremidades desproporcionadas, facciones exageradas y posturas graciosas. Esas imperfecciones en la anatomía humana son aquello que busca representar la artista de una manera natural. En sus lienzos, también alude a los errores que todos cometemos en nuestras vidas y que a final de cuentas no son para tanto. Generalmente observamos sonrisas de colores en esos entes, que nos recuerdan a marionetas o muñecos infantiles. No obstante, esa inocencia alegre es contrastada con sus pinturas de expresiones serias o neutrales en hombres y mujeres adultos.
Otra faceta de su obra es su abstraccionismo, el cual posee atisbos de figuraciones y geometrías. En sus lienzos vemos secciones abstractas que van interactuando entre sí al paso de las tonalidades. Y así, blancos, negros, grises, azules y ocres adquieren distintos modos para llegar a un encuentro, al igual que los rojos, verdes y sepias. A veces, éstos se reúnen en lo horizontal, en lo vertical, en lo cíclico, en formas proporcionadas y en otras ocasiones adoptan la esencia explosiva de la abstracción. Nos llaman sus interconexiones, sus correspondencias y sus mezclas. En cualquier caso, sus piezas nos evocan oleajes, cielos, minerales, flamas, patrones de la naturaleza, animales, ciudades, orden, caos, dibujos primitivos, entre otros.
Asimismo, lo azaroso, lo borroso, lo matérico, los trazos caprichosos sin razón alguna, la fuerza abstracta que viene de las entrañas, lo impulsivo, la no justificación de la composición, la experimentación con el color y las texturas y demás aspectos visuales están presentes en los cuadros de Laura de la Torre. Sin duda, su arte sale sin filtros desde lo más recóndito de su ser.
Adriana Cantoral




