Laura Izaguirre
Published by Adriana Cantoral,
Las escamas de un animal que fue joven, que respiraron en medio del mar, que se erizaron ante la amenaza de un depredador, que se suavizaron en compañía de otros peces y, sobre todo, que formaron parte de un ser, vuelven a la vida en los lienzos de Laura Izaguirre. La artista es una meticulosa naturalista que realiza un complejo proceso para limpiarlas, deshidratarlas y convertirlas en obras de arte. Podemos imaginarla desde cómo las observa a contraluz, con su particular consistencia traslúcida de queratina, hasta de qué manera las coloca en la tela y las colma de colorido. Sin duda, el resultado son cuadros cargados de rugosidades y asperezas que invitan al espectador a rasparse y adentrarse en esa nueva piel escamada.
Los moluscos, insectos y mamíferos son otro gran tema pictórico para la autora. Ella es una aventurera de la playa y el mar. Disfruta de caminar durante horas por la arena recolectando corales, caracoles, esqueletos de seres marinos y fósiles. Quizás le fascinen por sus formas y contornos que tienen bastante de figurativo, pero también de abstracto. De tal modo, en sus composiciones se centra en hormigas, libélulas, elefantes, jirafas con el esplendor de sus siluetas figurativas encima de un fondo abstracto. Por lo tanto, ese juego de representaciones es un distintivo de sus creaciones. Para la pintora lo más importante es despertar esa pasión y amor por la naturaleza.
Los cráneos en gran formato constituyen otra de sus series. Al parecer, las piezas de esas dimensiones le permiten expresarse con mayor libertad. Las calaveras de Laura se presentan descontextualizadas de la muerte, ataviadas con flores, con colores y texturas diversas. Asimismo, como en general en su obra, experimenta con diferentes materiales, por ejemplo, solventes, aceites, pinturas y pastas industriales, etcétera. Por ello, no pierde la oportunidad de llenar la tela, cualesquiera que sea el tema, con relieves y efectos visuales de todo tipo, a la vez que refuerza su esmerado dibujo de corte clásico. Inclusive, tiene cuadros que son grandes bocetos, más bien dibujos, de autorretrato o estudios anatómicos a lápiz, pastel o carboncillo. Si bien, sus lienzos conservan estéticas dispares, sin embargo, en el fondo del lino o del algodón subyace su sello personal.
En sus abstracciones apreciamos su dinamismo interno, sus detallados movimientos emocionales, que no son pocos, sus deseos encontrados, sus pensamientos acelerados y en especial, su impulsos y motivaciones que la mantienen viva. Su paleta suele ser selecta, no obstante suficiente para conmovernos. Sus figuraciones son igual de vibrantes, ya que se caracterizan por el impacto que generan sus trazos, sus tonalidades y la externalización, a gran escala, de lo que Laura necesita liberar. Así es su arte, catártico, no siempre premeditado, a veces explosivo, otras obsesivo, cromático, táctil, arriesgado, nunca reprimido.
Adriana Cantoral




