Marcela Solana
Published by Adriana Cantoral,
La obra de Marcela Solana nos recuerda, los aún vigentes, postulados del Arte Pop que retomaban hechos sociales como el precipitado incremento de la población, el brutal manejo de información para las masas, los recientes medios de comunicación y las nuevas tecnologías. Sin duda, seguimos viviendo bajo la misma realidad, acaso más rebasada que la que le tocó vivir a íconos de la época Pop como Andy Warhol. Hoy en día no nada más somos millones de humanos los que poblamos la Tierra, sino que también estamos bombardeados de un sinfín de datos, tenemos acceso a novedosos aparatos tecnológicos, cuya vida útil es más que efímera, y somos testigos del fanatismo por las estrellas mediáticas y lugares famosos. Todo ello, en definitiva, se ve reflejado en la propuesta de la autora.
Ciertamente, el Arte Pop se distingue, entre otras cosas, en representar objetos comunes, enseres domésticos, paisajes habituales, al igual que monumentos emblemáticos. Por su parte, Marcela Solana plasma en sus cuadros a diversos animales, que fungen como símbolos de empatía colectiva, pinta alimentos de moda y accesibles, para recalcar las ansias consumistas y lo que es trendy, y por último, retrata construcciones y vehículos paradigmáticos, que engloban una cultura específica, pero a la vez universal y aspiracional. Por ello, sus lienzos rescatan varios de los ideales Pop, aunque sus contenidos, sus colores y sus trazos cambien, de trasfondo, el mensaje es el mismo.
Llaman la atención las texturas gráficas que la pintora describe en el cuerpo o en el exterior de sus personajes. Dada su formación como diseñadora gráfica, el cuidado de los detalles, el marcado de las líneas y de las formas, a la vez que un cromatismo parejo, quedan manifiestos en cada una de sus piezas. Asimismo, el selecto uso de las tonalidades acercan su trabajo hacia la ilustración. La estética de sus creaciones, por ende, roza el ámbito del dibujo y de la gráfica. No obstante, su obra es inspiradora, puesto que se inclina por la naturaleza, por la fantasía, por lo urbano, por la publicidad, por los cómics, por la música y, en especial, por lo rítmico de las figuras y las siluetas. Ese dinamismo del trazado y del interlineado nos habla de una intencionalidad; de dar vida propia a la pintura.
Si bien, el arte de Marcela Solana no es completamente gestual, sin embargo, en algunas de sus telas podemos observar pinceladas y brochazos muy expresionistas y coloridos. Por otro lado, el color negro es el protagonista de su labor artística, ya que, a pesar de que no siempre domina la pieza consigue delimitar lo figurativo de lo abstracto dentro de la composición. Sin su presencia se perdería el discurso pictórico que la artista intenta transmitirnos. En resumen, sus cuadros nos dicen que las pequeñas cosas de la existencia, y las más sencillas, son las que pueden brindarnos luz, felicidad, paz y sobre todo amor.
Adriana Cantoral




