MIKI
Published by Adriana Cantoral,
Arthur Danto propuso un fin del arte en los años ochenta debido a una nueva era en la
historia del arte. En años anteriores, la consecución de estilos artísticos
había sido más o menos predecible. Hasta entonces, habían reinado dos
paradigmas para los creadores; por una parte, el desarrollo continuo y por la
otra, la conjunción entre el arte y la estética. Ahora bien, desde los sesenta se
rompieron esas tendencias dando pie a una época posthistórica en la que el pensamiento
y la reflexión estéticos eran protagónicos. El arte de nuestro tiempo continua con esa inercia y se cimenta,
principalmente, en la investigación y en la experimentación, tal es el caso de
MIKI, quien detecta la vigencia del arte abstracto como una herramienta para
transmitirnos emociones e ideas.
El lenguaje escultórico de MIKI Gutiérrez está al inicio
de una depuración formal. El artista juega con la continuidad del trazo eterno
que vuelve sobre sí mismo a manera de ciclo. Él indaga tanto en el espacio
interior como en el exterior de la escultura buscando un equilibrio, sin
embargo, sus piezas tienden más hacia la robustez. El uso del vacío obedece a
formas orgánicas como círculos y óvalos. En su abstraccionismo, compone rítmicamente
figuras repetidas en diversas perspectivas. Cabe destacar que sus obras describen
halos sólidos y coloridos que pueden ser parte de la naturaleza y de los seres.
Existe un deseo de trascendencia en cada una de sus simetrías y podemos
apreciar la búsqueda por regresar al principio una y otra vez.
MIKI representa a la materia ensimismada, atrapada, o quizás
contenida o cerrada para sus adentros. No obstante, se trata de una expresión
pura. El origen de sus abstracciones es el símbolo del infinito y del omega. Éstos
persiguen la sencillez de las siluetas y los contornos que impactan al espectador
por la densidad de su peso. Asimismo, sus creaciones poseen una riqueza visual
como si fueran ilusiones ópticas. No siempre es claro dónde comienzan y
terminan la línea y el punto de sus esculturas. La propuesta contemporánea del
autor pretende experimentar con el campo de lo lúdico, sin dejar de lado el
ámbito de lo bello. Circunferencias dispuestas unas encima de otras,
aparentemente al azar, dan como resultado una estructura con movimiento y
gracia.
El objeto artístico de MIKI recurre a los huecos internos
que permiten el libre paso de la luz hacia todas dimensiones, por ello, hay un
dejo de paz y esperanza en su trabajo. Éste conforma una serie de dibujos al
aire que nos recuerdan a Noguchi, Moore y otros. Permea un sentimiento cósmico
en sus trayectorias curvas, a la vez que un geometrismo ordenado y armónico. En
palabras de Piet Mondrian: como
representación del espíritu humano, el arte se expresará en un modo estético
depurado, es decir, abstracto. De tal suerte, el escultor con el uso de su
imaginación abstrae conceptos y nociones que va modelando en el barro y más
tarde en el bronce.
Adriana Cantoral


