Roni Ades

La fotografía de Roni Ades nos muestra lo recóndito de la naturaleza. De tal manera, podemos observar remotos paisajes nórdicos en los que la luz invernal suele yacer algo cansada, un tanto lejana, respecto de la tierra y el agua. No obstante, en medio del misterioso soslayo lumínico, las hermosas atmósferas azules y las densas nubosidades, su lente captura momentos de fuertes, dinámicos y fugaces colores diurnos que se proyectan sobre las montañas, las rocas, los vientos, las cascadas, los lagos, el océano, los glaciares y la nieve. Llaman la atención las imponentes y geométricas texturas de las piedras, así como los extensos relieves y accidentes del suelo islandés que, sin duda, lo sensibilizan para darles un enfoque de tenue nostalgia en grises y cerúleos, negros y blancos. Justamente, he ahí su pericia con el manejo de la luminosidad, ya que lo mismo capta los movimientos y expansiones de las auroras boreales que se despliegan en fosforescencias verdes, amarillas y moradas.

Sus fotos de vida salvaje africana reflejan la realidad de felinos, sus presas, y otros animales de la sabana. Asimismo, retratan fielmente la riqueza cultural de los masái y tribus hermanas. Por lo tanto, en sus imágenes apreciamos el indomable y contundente gesto del león, el curioso y travieso semblante del guepardo, la elegante y agazapada actitud del leopardo, la agradable y pacífica presencia del elefante, a la vez que la expresividad de los rostros aborígenes. De hecho, tanto el misticismo, la estética, el folklore, las costumbres como las tradiciones del día de muertos tampoco pasan desapercibidos en su cámara. Aún más, caras callejeras, pueblerinas, comunes y corrientes, llenas de imperfecciones e ingenuidades provocan en el autor un ánimo de registro y documentación antropológicos, al igual que un sentimiento de permanencia en lo efímero del retrato. No se diga de los coloridos parajes naturales del sureste de nuestro país, ciudad de México, Estados Unidos, Canadá, Argentina, Uruguay, Portugal, Polonia, entre otros.

Lo urbano y lo erótico, de la misma forma, se manifiestan en sus instantáneas. Podemos observar, de tal modo, majestuosas vistas panorámicas citadinas, llenas de claroscuros, gigantes construcciones angulosas y estilizadas, exquisitos interiores de estaciones, bibliotecas, museos, teatros, parques, centros comerciales, estadios y demás recintos públicos, lugares perdidos en el olvido, abandono, decadencia y destrucción, la algarabía y sabor de las calles e inmensas fachadas de múltiples tonalidades. Por último, lo atrevido y lo transgresor, enmarcados en escenarios metropolitanos, renuevan la mirada del artista, pues lo conducen por una búsqueda estética de sensualidad y belleza femeninas, en definitiva, Roni Ades goza de un talento fotográfico versátil, imparable.

www.roniadesfoto.com

Adriana Cantoral