Vera André; los recovecos de lo absoluto
Published by Adriana Cantoral,
No hay distinción de lo finito y lo infinito en la obra de Vera André, ya que la artista hace latente la máxima de que todos estamos constituidos por lo mismo; la gran totalidad vista cercana o remotamente. La integración de colores y formas le permiten a la pintora crear un mapa con latitudes leíbles desde cualquier dirección. Cada rincón del universo aparece en el cuadro, así como cada acercamiento a lo más insignificante de un átomo.
Vera dice que se tratan de tejidos que fluyen en sentidos dispares hasta perder sus contornos. Nunca se detienen, se revuelven, se separan, se encuentran, se esconden, resurgen, se alejan, porque pertenecen desde y para la soledad. La mirada artística analoga las galaxias con las células, pues en ellas permea la misma calidad de vida y de ser. En el trabajo de Vera existen los colores irreales del Cosmos, los misterios del rumbo de cada micro y macro partícula, y los trazos circulares y espirales que llevan de un cuestionamiento a otro.
Hay ilimitados espacios en sus pinturas, saturados de entidades móviles de un lado a otro. No sabemos a dónde van, pero se adaptan rápidamente a su nueva posición en el tiempo. Existen caos y crisis también, sus movimientos pictóricos no son lineales, sino que apuntan a diversísimas perspectivas. Los entes cambian sin control y generan a su vez transformaciones en los demás.
Adriana Cantoral

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