Brontis Jodorowsky

La obra dibujística de Brontis Jodorowsky se caracteriza por un fino y elegante sentido del humor, un poco ácido, que resulta bastante franco y personal. En ese sentido, sus personajes suelen conversar entre sí o hablar con ellos mismos sobre situaciones que se enmarcan en lo cómico e irónico, a la vez que, entre líneas, revelan sarcasmos, paradojas y reflexiones profundas. Cabe destacar que esa ligereza humorística la logra a través de sencillas líneas expresivas. Sin duda, el autor se divierte trazando y poniendo en juego diversas cuestiones del inconsciente, tales como, las relaciones humanas, los temas de pareja, los mandatos y las lealtades familiares, la identidad, lo masculino, lo femenino, la infancia, lo sexual, la muerte, lo explícito, asimismo, la sociedad actual, la manipulación política, los estereotipos, las masas, la inmediatez, la banalización, la frivolidad, el dinero, el poder, el control, el placer o la vanidad.

Llama la atención que en varias de sus caricaturizaciones se aprecian dinámicas triangulares, es decir, complejas interconexiones del yo, del tú y del otro, algo que él llama un triálogo. De ese modo, la otredad, lo psicoanalítico, lo trágico y el rostro de lo no evidente salen a la luz de la verdad en sus piezas. En consecuencia, en ellas se transgrede y se abre la mente del espectador, se propicia un silencio para meditar y sentir lo visto, pues la realidad que nos presenta el artista se enreda dibujo a dibujo para desenlazarse abruptamente en lo hondo de la consciencia. Tal como una serie de semillas que germinan a una frondosa genealogía de ideas. Su Arte, por ende, oscila entre un maravilloso realismo mágico y un intrigante surrealismo lógico.

En cuanto a sus creaciones pictóricas, es fascinante la forma en que cita intuitivamente el tarot de Marsella, así como la manera en que alude a iconografías prehispánicas, recrea escenarios teatrales o escenas fílmicas, plasma universos circenses, retoma el esoterismo, al igual que las alegorías del micro y macro cosmos en curiosas geometrías y, por último, el estilo con que narra su propia historia familiar. De tal suerte, sus acuarelas, tintas y temples van metaforizando desde lo más figurativo hasta lo más abstracto. En sus composiciones, muy bien estudiadas, miramos tanto visiones románticas e idílicas de la vida como relatos desalentadores y nostálgicos del día a día. Sin más, respecto del fantástico e interesante imaginario visual de Brontis Jodorowsky, el afortunado ser que lo observe con detenimiento lo mismo reirá que llorará, se enternecerá y se aterrará, o bien, se inquietará y se aplacará. Es innegable, entonces, que todo el espíritu humano dialoga, se mueve y fluye por sus obras, las cuales gozan de una esmerada estética, una selecta paleta de color, una pintura cada vez más madura y, especialmente, una espléndida sensibilidad artística.

Adriana Cantoral


"Ubicuo"

"Aparición"

"Q14"

"Hermanito"

"Thanatos"

"Bouquet"

"Catch the free"
"El Secreto"
"Hubris"
"El Mito"
"Albúm de familia"
"Peso"